El golpe de Estado en Chile del 11 de septiembre de 1973 fue
una acción militar llevada a cabo por parte de las Fuerzas Armadas de Chile
junto a Carabineros para derrocar al presidente socialista Salvador Allende.
En la madrugada del 11 de septiembre, comienzan los primeros
ataques de las fuerzas armadas, que serán dirigidas por el General Pinochet que
ya había tomado por la fuerza su alto rango, junto a Gustavo Leigh y Patricio
Carvajal que será el coordinador de todo el golpe. Valparaíso es tomada por la
fuerza militar Chilena, consiguiente a esto, nuestra capital, Santiago, esta a
portas de ser sometida por la fuerza de esta sublevación.
Nuestro presidente en esos años, Salvador Allende, se
encontraba en el interior del Palacio de la moneda, junto con mas miembros de
su comité. Estos miembros, que decidieron acompañarle, tenían la plena libertad
de abandonar el recinto, pero sin embargo no lo hicieron, aduciendo que
quedarse a defender el palacio era cumplir con el deber.
A las 8:42 se emite la primera proclama militar. Allende
debe hacer entrega inmediata de su cargo a la junta de gobierno, integrada por
los jefes supremos de las fuerzas armadas. Esta proclama leída por el teniente
coronel Roberto Guillard contenía los “porqués” de la toma forzosa del poder y
también daba los pasos a los cuales el presidente de la republica y también los
chilenos debían seguir, además de esto
se le un ultimátum a Allende: si la moneda no es desalojada antes de las 11,
será atacada por tierra y aire.
Allende por su parte, declara que no se va a rendir, es
tajante con su idea de defender su puesto hasta el final, la balacera comienza
pero aun no es atacada la moneda. A las 10:15, a través de Radio Magallanes,
Allende emite su último mensaje al pueblo chileno, hablando se su decepción y
su dolor, que era fiel a su pensamiento, agradecía también a los trabajadores
chilenos, y finalmente esperaba que los culpables de este mal, sean algún día
castigados. A las 10:30 los tanques abren fuego contra la moneda, y esto ya no
acaba, los ataques al palacio continúan por mucho tiempo, no obstante el
palacio no se rinde, Javier Palacios decide tomar la moneda a las 14:30 de la
tarde.
El presidente ya a punto de rendirse pide a sus acompañantes
que se vayan y que el será el último en bajar. Patricio Guijón, uno de los
doctores de Allende, cuenta en su testimonio, que el vuelve en busca de una
mascarilla, y ahí es donde el presidente grita ¡Allende no se rinde, milicos de mierda! y con su fusil AK-47,
regalo de Fidel Castro, se dispara en la barbilla, muriendo de forma
instantánea.
Palacios entra al salón Independencia y se encuentra frente
a este panorama se comunica con el oficial de radio y da su escueto informe “Misión cumplida. Moneda Tomada, presidente
muerto”.
A las 6 de la tarde se reunieron los cuatro comandantes
máximos de las fuerzas armadas, eran la nueva junta militar, tenían el poder
del país, así se da inicio a los 16 años más tormentosos que Chile pudo sufrir
jamás.
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