lunes, 7 de octubre de 2013

Macabro asesinato

El 27 de marzo, en el sur de Santiago, un niño de la comuna de Puente Alto, nota que un perro callejero jugaba con un pie humano que al parecer había encontrado en un basural cercano.
Al día siguiente del extraño descubrimiento, la PDI (Policía de Investigaciones), cerca del sector, encontró la cabeza de la victima que presentaba dos impactos de bala de 9mm, cortes en el rostro y la nariz removida. Así comenzó el hallazgo de mas partes, el 29 de marzo se encontraron los brazos sin manos, al día después se descubre su pie izquierdo, el 2 de abril se hallan dos manos con las huellas digitales arrancadas, y por último al día siguiente una mujer, en la comuna de San Bernardo, encontró el torso de la víctima con sus vísceras y glúteos removidos dentro de un contenedor de basura.
Para dar con su nombre, se debió realizar un arduo trabajo, que finalizo arrojando que la víctima estaba registrada en los archivos de gendarmería.
El día 6 de abril de 2006, la Policía confirmo que el nombre de la víctima era Hans Hernán Pozo Vergara, conocido como “el rucio” o “el julipi”. Pozo presentaba antecedentes por hurto y robo, era drogadicto y manifestaba conductas homosexuales. Su vida no fue nada fácil, desde muy pequeño fue abandonado y vago por distintos hogares, y su adicción a la paste base lo terminó por dejar en la calle.
Luego de una gran indagación, se da con el principal sospechoso de este homicidio Jorge Iván Martínez Arévalo, dueño de una heladería, se presumía que el cuerpo descuartizado de Hans había sido conservado en un refrigerador industrial, coincidiendo de esta forma, de manera perfecta con Martínez.
La tarde del 8 de abril del 2006, el grupo O.S.9 se presentó en la heladería para realizarle una entrevista. Según carabineros, el sospechoso corrió hacia su dormitorio y se suicido de un disparo en la cabeza. Versión que los familiares refutan, alegando así que los funcionarios de Carabineros fueron los que dispararon contra Jorge.
Existen variadas versiones del porqué de este asesinato, según la carta de Martínez a su esposa, el asegura que Hans lo extorsionaba, porque era su hijo bilógico, esto resultó no ser verdad, luego de una prueba de ADN, después de la muerte de ambos. También existe la versión que el presunto asesino, en privado mantenía tendencias homosexuales, por lo que pagaba a jóvenes para satisfacer sus deseos.
EL 3 de mayo de 2006, el grupo O.S.9 de Carabineros recolectó muestras biológicas en la heladería de Martínez, allí se detecto una mancha de sangre que había sido lavada. Ésta correspondía a Pozo y así se dedujo que el cadáver había estado en ese lugar después de recibir los impactos de bala.

Finalmente, este caso queda en la memoria colectiva, provocando grandes reflexiones de como la crueldad vive en quienes menos imaginamos. Éste caso causo grandes conmociones en todo el país, inspirando libros, obras de teatro, etc.

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