martes, 12 de noviembre de 2013

"El precio del mañana" más que una película una critica social. (Por Yael Ampuero)

“El  precio del mañana”, es una película de ciencia ficción, de duración de 109 minutos y dirigida por Andrew Niccol.

Este film trata sobre un futuro cercano. El tiempo se ha convertido en la principal moneda de cambio, de tal modo que los ricos pueden vivir para siempre mientras que los pobres tienen que negociar para que continúe su existencia. Will Salas, un joven de clase pobre (Justin Timberlake)  adquiere una fortuna, pero esta misma le trae muchos problemas. Por venganza decide ir a New Greenwich donde la gente más acomodada vive. Ahí conoce a Sylvia Weis (Amanda Seyfried) hija de los dueños del tiempo.
Producto de la fortuna adquirida corruptos guardianes lo persiguen y para poder escapar de ellos, toma como rehén a la hija de un poderoso empresario, convirtiéndose ambos en prófugos.

Como primera mirada esta cinta es muy interesante ya que su temática logra captar la atención muy rápidamente, sus actores cumplen la función que los convoca y logran que los espectadores mantengan la tensión, sus diálogos están bien confeccionados haciendo que cualquier tipo de vidente comprenda la totalidad de la película. Además, esta cinta es contada en orden cronológico, haciendo que los episodios no se desordenen, no causando confusión en el publico.
Analizando este film más en profundidad, nos dirigimos directamente a que quiere decir el autor por medio de esta película.

“el tiempo es dinero”- Benjamín Franklin, esta oración es muy bien reflejada es la cinta de Niccol, ya que en la historia se ve que los personajes en su antebrazo izquierdo poseen un reloj digital, que es su vida, y siempre está en cuenta regresiva. Los que son más afectados por esto son las personas de condición económica baja, presentándose aquí una gran crítica social. Si no se tiene tiempo (en nuestra realidad dinero) no se puede vivir por más de 25 años, haciendo de esta forma que el millonario pueda ser inmortal, despreocupándose completamente de la vida. Sin embargo, el director logra dejar muy claro que los personajes que poseen un mayor estatus económico tampoco logran vivir plenamente, ya que no pueden disfrutar de los pequeños riesgos que nos da la vida. También se relaciona de manera muy cercana el hecho de si se tienen más recursos, el poder es mayor, y también su importancia en medio de la sociedad. Reflejando en esto la poca igualdad que puede provocar el dinero.
Will Salas, no está conforme con todo esto, el quiere un cambio, considera injusto que solo algunos vivan para siempre y que la gran mayoría viva el día a día sin saber si volverá a despertar. Cuando todo este interés por la revolución lo atrapa completamente, el decide vengarse de los “ricos” y hacer que pierdan su dinero (tiempo), junto a Sylvia Weis, hija del mayor empresario dueño del tiempo, comienza a robar bancos de la misma propiedad de su padre, transformándose Will en un Robin Hood más, ya que su motivo para delinquir es abastecer de tiempo a los más necesitados, con la convicción de que esta forma la igualdad seria para todos y nos para unos pocos. No obstante, se puede ver también que el padre de la joven no cree lo mismo, en una de las escenas él le dice a Salas, que con lo que están haciendo solo lograran cambiar el curso de las cosas por una o dos generaciones, viéndose ahí también otro mensaje, ya que de esto se puede notar que por muchos cambios que se realicen, el sistema está hecho para los adinerados, que quizás por un periodo de tiempo las cosas mejoraran pero que sin embargo el vencedor después de todo siempre será el que reprime.

Por otro lado también se puede ver que los guardianes del tiempo en esta película son infames corruptos, lanzando de cierta forma un mensaje "subliminal", no es solo en esta filmación que existe la corrupción y el mal uso del poder de las autoridades, que deberían por cierto ayudar y no perjudicar, sino también en nuestra realidad vemos tales injusticias que no son mostradas de manera tan evidente.

Además de todo esto, se puede notar también que en la película participa solo gente joven, ya que según su temática todos dejan de crecer a los 25 años, haciendo referencia a esta edad como si fuera el esplendor de la vida, y también creyendo que la vitalidad de los seres se encuentra en este punto.

Sintetizando, el director no es muy hábil en la construcción de su final, ya que bastantes puntos quedan inconclusos, no se puede lograr saber si este cambio, que el personaje principal quiere implantar, dura para siempre o si las palabras del negrero empresario fueron cumplidas. No obstante, además de esto para el espectador común sigue siendo una buena película de ci-fi, y puede permanecer en la memoria por un largo periodo de tiempo.


Como opinión personal, como fanática del cine, me agrada mucho esta película, ya que no sobrepasa los márgenes de la irrealidad al cien por ciento, haciendo que todo esto pueda llegar a ser en algunos momentos bastante creíble, transformando su crítica social en una lógica realidad. 

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